Todos los hombres sueñan, pero sus sueños no son los mismos. Los que viven sus sueños de noche, en los rincones polvorientos de su espíritu, se despiertan por la mañana para descubrir la vanidad. Pero los soñadores diurnos son hombres peligrosos porque pueden poner sus sueños en marcha, con los ojos abiertos, para hacerlos posibles.

T. E. Lawrence

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